Blue & Malone. Casos Imposibles
Parte 1. Dos años de preproducción
Antes de adentrarnos en este making of, os contaré que ésta, como tantas historias, arranca con una imagen: la fachada de un cine cerrado, los emblemáticos cines Roxy de Madrid. Una imagen triste y algo melancólica, pero llena de fuerza. Un nuevo caso para nuestros detectives imaginarios.
¿Secuela o reboot? En un guiño a la primera parte, Blue & Malone: Detectives Imaginarios (2013), también escrita y dirigida por Abraham López Guerrero, la historia trata de Berta, la misma niña que protagonizó la primera aventura, pero veinte años después. Ese cine cerrado que sirvió de semilla de la historia se convirtió en un teatro cerrado, a punto de ser derribado. Nos planteamos el rediseño de Big Blue Cat y Mortando Malone, los dos personajes animados protagonistas, prácticamente desde cero.
Idea, guión y storyboard: imaginación, animación e imagen real
Se presentaba ante nosotros un desafío doble: contar una historia emotiva e inspiradora y hacerlo mezclando animación y rodaje real, como en el primer corto, pero utilizando los avances técnicos y todo lo aprendido hasta el momento. La animación tenía que formar una unidad con la imagen real, acercar ambos mundos. El secreto estaba en el teatro. Ese teatro abandonado representaba los sueños perdidos, la imaginación de la protagonista. Había que crear un espacio único entre la realidad y la fantasía, derribando las fronteras. Conseguir que el espectador no pensara si estaba viendo algo realizado en una técnica u otra. Para ello decidimos tratar a todos los personajes, reales y generados en 3D, como iguales. Acercar la animación 3D, tan moderna y tecnológica, al teatro, tan clásico y lleno de historia, y no solo como espacio, sino como forma de expresión artística. Desde el comienzo hablábamos de “rodar animación”, filmar a nuestros personajes encima de un escenario.
El guión tuvo un año de desarrollo y se escribió literalmente dentro del cine de la Escuela de Arte ESDIP. Hubo muchas reuniones con distintos colaboradores (una de las señas de identidad de este proyecto), entre ellos Virginia Fuentes y Javier Moreno, co guionistas junto a Abraham López en la serie Clanners, para Canal Clan; Arturo Hernández, dibujante y animador, ex-profesor de ESDIP y uno de los responsables del rediseño de Gato; David Villarrubia, profesor de narrativa en ESDIP y Gilberto Villarroel, escritor y director chileno amigo de Abraham. De estos “brainstorming” Abraham extrajo el material con el que dio cuerpo al libreto. En este punto el proyecto tomó forma en la escuela, dentro de su productora, ESDIP Animation Studio. Su director, Emilio Luján, se convirtió en nuestro cómplice y asumió el proyecto como propio. Una decisión valiente ya que sin su apoyo este corto nunca hubiese visto la luz.
Para afrontar la primera versión de la animática, Kenny Ruiz, dibujante y guionista de cómic, con amplia experiencia en storyboard, se encerró con Abraham en un teatro, en concreto en la sala Lagrada de Lavapiés y juntos escenificaron la historia, tomando notas, dibujos y apuntes del natural mientras interpretaban a los personajes en su lucha por recuperar la imaginación. Así nació el alma de Blue & Malone: Casos Imposibles.
Buscando a Berta
Abraham y yo teníamos claro que había que conseguir a una actriz que supiera interpretar realmente tres papeles: el suyo y el de los dos amigos imaginarios con los que interactuaba. Revisamos las tomas de making of de ¿Quién Engañó a Roger Rabbit? y nos dimos cuenta de que el actor, en este caso Bob Hoskins, a pesar de estar muy apoyado con los efectos físicos, es quien verdaderamente da vida a Roger. Igualmente, es Henry Thomas, el actor infantil que interpreta a Elliot en E.T. quien convierte al extraterrestre en un verdadero amigo.
Necesitábamos una actriz que fuera capaz de crear con su propia imaginación a Gato y Mortando para que los animadores pudieran sumar su imaginación a la de la actriz y hacer visual y creíble lo imposible. Pero también nos preocupaba el tono de la interpretación ya que Berta es un personaje complejo. Por un lado, no es totalmente adulta y, por otro, ya casi ha olvidado cómo imaginar aventuras.
Abraham había coincidido con Aura Garrido mientras ella promocionaba Stockholm y Abraham la primera parte de “Blue y Malone”. La actriz reunía las condiciones ideales para abordar el personaje. Capaz de hacer una interpretación contenida, que expresara la frialdad y distancia al comienzo y, al mismo tiempo, capaz de transmitir el despertar de su imaginación al final de la película. El productor ejecutivo Pablo De La Chica, a cargo de todo el rodaje, contactó con sus representantes. En paralelo, Abraham le hizo llegar el guión a la actriz. Tanto su representante como Aura quedaron enamoradas de la historia, pero había un gran problema de fechas debido al gran volumen de trabajo de Aura. Parecía que cuadrar agendas era del todo imposible. Julian S. Urrea y Alberto Imaz, productores de imagen real, empezaron a indicar a Abraham y Manu que era conveniente hacer casting y descartar la posibilidad de Aura.
Se hizo un casting con más de cuarenta actrices. De hecho, todas las finalistas de estos casting acaban figurando en créditos como ayuda a la creación del personaje de Berta por lo enriquecedor que fue el proceso de trabajo con ellas y lo mucho que aportaron al personaje a través de sus reflexiones y su creatividad. Cuando ya teníamos una actri elegida, Abraham y yo tuvimos una última corazonada y decidimos llamar in extremis a la representante de Aura, a través de Ana Lambarri, la responsable de casting del corto. La sorpresa fue mayúscula cuando el equipo de Aura finalmente respondió: “Venga, nos apuntamos al cortometraje. Eso sí, Aura no podrá hacerlo hasta dentro de nueve meses” . Nueve meses…
Un año de preparación
Ya teníamos la parte de animación aprobada, pero nos vimos en la tesitura de que no íbamos a poder rodar con Aura Garrido hasta casi un año vista. Andábamos escasos de medios en ese punto, pero teníamos algo en abundancia: tiempo. Tiempo para pensar, desarrollar y poder enfrentarnos a un rodaje muy complejo de la manera más efectiva posible.
Ese año de “espera de rodaje” lo utilizamos para localizar el teatro, ese otro gran protagonista del proyecto. Una vez que lo encontramos (ahondaremos en ello más adelante) hicimos varias visitas para fotografiarlo y procedimos al desarrollo de la previsualización del proyecto en varias fases:
- En base a los planos del teatro, Sebastián Urcelay y Abraham López desarrollaron una previs 3D muy básica (la llamamos pre-previs). El objetivo era explorar distintas opciones de lentes y movimientos de cámara según la animática.
- Un reducido equipo de cinco personas “rodamos” el corto completo en la localización en dos sesiones. Todo muy casero, como os podéis imaginar, lo llamamos posvis. Nos gustaría incluir esta versión en los extras de la edición en bluray del corto, porque merece la pena echarle un vistazo. Esto nos sirvió para recavar aún más información práctica y corregir aspectos de la pre-previs que no estaban claros.
- Sebas continuó trabajando, puliendo y ajustando la previs junto con Abraham, hasta un nivel subatómico. Meses después teníamos en nuestras manos una previs 3D del corto completo, incluyendo todos los planos (incluso los que eran sólo de imagen real), información de lentes utilizadas para cada plano, un teatro low-poly modelado para la ocasión, idéntico en dimensiones al teatro real donde íbamos a rodar y vistas top animadas con los movimientos de cámara y personajes. Esa previs sería nuestra herramienta fundamental en el rodaje: bastaba con enseñar el plano en cuestión en la tablet al equipo de imagen real y a Aura para que todos supieran qué necesitábamos rodar, y cómo. Sabíamos que iba a funcionar y era factible porque… Ya lo habíamos rodado.
Con nuestra previsualización bajo el brazo, ya estábamos listos para afrontar el rodaje de Blue & Malone. Casos Imposibles
Por Manuel Carbajo. Director de Producción
Continuará en Parte 2. La producción y el rodaje
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