Entrevista a Raquel Nieto, Supervisora de producción en
Blue & Malone. Casos Imposibles
Licenciada en Comunicación Audiovisual, Raquel cuenta con más de 10 años de experiencia en el sector de la producción, tiempo gracias al cual se ha especializado en este área trabajando en diferentes empresas de animación como Ilion Animation Studios y Lightbox Entertainment, donde como Coordinadora de producción ha participado en películas ganadoras del Goya como TadeoJones 2, Planet 51 o Atrapa la bandera. También ha trabajado en Telson como ayudante de postproducción. Desde 2018 es Supervisora de Producción de ESDIP Animation Studio, donde ha llevado el control de todas las tareas 3D de Blue & Malone. Casos Imposibles junto a Manuel Carbajo. Actualmente, está inmersa en la producción 3D del corto Chase y cerrando la producción de los trabajos Mercury y Parches.
¿Cómo fue tu día a día como Line Producer en Blue & Malone. Casos Imposibles?
Mi tarea principal como supervisora de producción es la gestión y planificación del trabajo de los artistas y profesionales para que se cumplan los plazos previstos y las tareas estén terminadas a tiempo.
En el caso de Blue & Malone, una vez tuvimos el guión de la película hicimos un desglose de las tareas a realizar y las asignamos unos plazos estimados en función de la calidad y del perfil de los artistas con los que a trabajamos. A partir de ahí, realizamos una planificación general y por departamentos, dimensionando de forma adecuada los mismos.
En producción tenemos que velar porque todo esto se cumpla, asegurarnos de que los trabajos no se alargan más allá del deadline y priorizándolos de la mejor forma para que los distintos elementos (ya sea personajes, planos, fx, etc) estén correctamente acabados y en tiempos a la hora de ir pasando de departamento en departamento. Obviamente, esta planificación previa es muy general y desde producción iremos cambiando prioridades en las tareas en función de distintas vicisitudes ya sean cambios de guión, voces, complicaciones técnicas, etc, de forma que moviendo las distintas fichas del tablero ahorremos tiempo y no nos desviemos de nuestros objetivos.
¿Qué destacarías de Blue & Malone?
Por un lado, el gran esfuerzo de una productora pequeñita, con medios muy limitados como es ESDIP Animation Studio que ha conseguido hacer una producción tan grande, capaz de competir perfectamente a nivel de calidad con grandes productoras. Por otro lado, la belleza de la historia y sus personajes, que no necesitan comprometer su esencia en aras de conseguir gran éxito comercial, sino que llegan y emocionan a tod@s y cada una de nosotr@s.
¿Qué fue lo más complicado del trabajo de Blue & Malone? ¿Y con lo que más disfrutaste?
Aunque lo más complicado fue articular a todos los miembros del equipo con disponibilidades y perfiles muy distintos, también fue un reto. Teníamos perfiles senior que trabajaban en grandes productoras, acostumbrados al ritmo y metodología de trabajo del sector pero con horarios y disposición muy limitada e irregular. Pero también teníamos ex alumnos de la Escuela de Arte ESDIP con perfiles más junior pero con muchas ganas y gran talento. Esa dificultad de articular todos estos engranajes para que la máquina funcione y se pueda avanzar no deja de ser un reto.
Otro aspecto que también me ha gustado mucho de este trabajo es la horizontalidad. Creo que las grandes cabezas del proyecto han sido totalmente accesibles al resto del equipo, se han pedido y se han tenido en cuenta las distintas opiniones e ideas de todos los miembros del equipo y hemos remado tod@s junt@s. Algo que, sin duda, se ha notado en el resultado.
Bajo tu mirada de productora, ¿cómo ves el futuro para Blue & Malone. Casos Imposibles?
Blue & Malone es animación e imaginación y ni la animación ni la imaginación tienen límites. Son sinónimo de libertad. Podemos hacer lo que queramos. Estoy segura de las historias de estos detectives imaginarios llegarán muy lejos porque es un producto de gran calidad y el recorrido que le espera será largo y fructífero. Lo más difícil es dar alcance a los cortometrajes… Y es una pena porque pueden ser tan grandes como una película.